El temor te ha congelado y,
tu amor se pasea entre esquimales.
¡Tal vez, te vaya a ver algún pingüino!
Tus manos
no acariciaran el cuerpo amado,
lo abandonaste en el Trópico de Cáncer,
donde el calor derrite su cerebro,
donde todo sueño se convierte
en ceniza enamorada.
Conquistarás un nuevo mundo y,
lo adornaras de paisajes viejos,
porque, la edad, tan solo
te permite vivir de los recuerdos.
Recordarás el cuerpo amado
abrasado por un sol que, ya, no existe.
Tu corazón
aprisionado por el hielo
ya no late.
La soledad
compañera que elegiste.....
Verás tu mirada silenciosa reflejada
en la
noche prolongada del Antártico.
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