La lluvia se impregnó de tí y,

dejó de ser lluvia.

Tu mirada dejó de ser mirada,

me atravesó convertida en fuego.

El mundo

parecía no ser mundo,

creí  estar en el cielo.

Volví a mirarte y,

tu rostro, sin sonrisa,

parecía de hielo.

Mi vida, ya,

 no fue la vida mia,

se transformó en un infierno.

Nos amamos a ráfagas.

Olvidamos nuestro amor

                        hasta que llegó el invierno 

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